6.13.2012

Más que una Master Plop necesito una Master Drink



Por Ajenjo

Todo el mundo anda transmitiendo con este asunto de la Master Plop y de la usura que significan los intereses y los seguros que cobran estas tarjetas de crédito. Personalmente lo que necesito, más que una Master Plop es una Master Drink, que me permitiera tomar todo el copete que quisiera y poder pagarlo a tres cuotas precio contado con un pie.
Las deudas del alcohol son las peores. Desde la universidad que empecé a tener estos créditos. La primera vez fue con mi compañera de Periodismo, la Vanessa, que era dueña del Proa al Cañaveral, lugar de culto de la distorsión universitaria de principios de la década del 90. Todos los viernes y sábado, después de una previa donde corría el pisco, llegábamos a ese segundo piso. En la universidad uno no maneja mucho dinero y mi amiga me abrió una cuenta “al lápiz”, de esta manera las cervezas corrían toda la noche y el baile no se acababa. La primera vez le pagué en el patio de la Escuela de Periodismo. La segunda me empecé a correr, ya que además de pagar por mis copetes, debía pagar por los de mis amigos. Ahí se cerró el libro y aprendí la lección.
Recuerdo que cuando trabajaba en Quillota una señora, de un casino de carabineros en retiro ¿creo?, nos abrió una cuenta a los periodistas que trabajamos en la radio, justo al frente de su local. A fin de mes la señora, con sus ojos llenos de lágrimas, llegaba a cobrar las millonarias deudas de los reporteros. Incluso hablaba con el dueño de la radio y el empresario sólo le aconsejaba que no entregara más préstamo y sólo nos atendiera con billete en la mano. Al final casi todos le pagamos la deuda a la señora, pero al mismo tiempo pedíamos inmediatamente fiado y el círculo, que obviamente era vicioso, continuó hasta que la pobre mujer falleció y se fue a la tumba con nuestras deudas.
Después tuve unas pequeñas deudas en el restaurante Vinilo, en el cerro Alegre, pero que pagué sin mayores problemas.
Personalmente, y lo he dicho en esta misma columna, no recomiendo tener una Master Drink o que te abran, en cualquier bar o pub, una cuenta al lápiz. Con el alcohol yo me pongo más generoso, no me importa mucho el futuro de mi cuenta corriente, pienso que hay que seguir carreteando y que todo tendrá solución, incluso se le puede a uno apagar la tele y después encontrarse con una deuda que supera las 100 lucas. Y no le doy a nadie estar encañado y con un tipo que tiene un papel donde sale todo lo que te tomaste (patota incluida) y un gran signo peso de fondo.
Hay que aprender a vivir en la vida con lo que uno gana y tratar de endeudarse lo menos posible. Por eso se deduce que hay que tomar en la vida lo que uno pueda pagar y lo que el cuerpo pueda aguantar. Pero todos sabemos que eso es teoría pura.

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