3.29.2010

A 24 horas de mi matrimonio o como protagonizar una película de zombies


Por Ajenjo

En 24 horas volveré a decir: “sí, acepto” y me embarcaré nuevamente en esta aventura llamada matrimonio.


Siempre he pensado que el matrimonio es como el trabajo.A veces uno no soporta más sin embargo llega fin de mes y el sueldo permite pagar las cuentas y darse uno que otro gustito.


En la vida de casados muchas veces ya no puedes más, pero la sonrisa de un hijo, una noche de amor o simplemente compartir los problemas y triunfos, transforman todo. Hay que tener mucha, mucha paciencia y tolerancia y entender que el otro es diferente.


Ahora voy mucho más maduro que antes y lucharé para tratar de mantener a la familia unida y feliz.Ojalá así sea.Igual los nervios me comen ya que enfrentar un matrimonio a una semana de un terremoto es algo terrible. El día que la tierra se movió con intensidad había llegado de mi trabajo en el Festival de la Canción. Gracias a Ricardo Arjona logramos salir más temprano de lo planificado.


Me puse a escribir una columna y el terremoto comenzó.A los minutos decidí ir a encontrarme con mi hijo, que estaba con mi madre en Viña. Fue como protagonizar una película de zombies. En Errázuriz, cientos de jóvenes, que deben haber estado borrachos, trataban que los lleváramos y pegaban sus deformes rostros en el vidrio.


Al final pudimos llegar y el abrazo de mi madre y de mi hijo me calmaron los nervios, que a esta altura están más que destrozados.

ajenjoverde@hotmail.com