7.20.2012

Rock and roll y lluvia

 Por Ajenjo

Una pareja de amigos santiaguinos llega a mi casa para conocer a mi hija. Les tengo que decir que la pequeña, junto a su madre, se fueron a la capital y que se conformarán sólo con mi entretenida presencia.
Nos bajamos varias latas de cerveza, mientras una suave llovizna caía sobre la ciudad. Descendimos hasta el Moneda de Oro, donde me tomé un ron, y continuamos hasta llegar a La Cantera, donde se desarrollaría un festival de rock.
Al parecer llegamos muy temprano ya que no había mucho público. Nos cobraron mil pesos la entrada y compramos botellones de litro de cerveza. La pareja de santiaguinos estaba impactada con el lugar, que es una antigua bodega de ladrillos.
Nos sentamos en unos viejos sillones, al lado de la mesa de sonido, mientras seguíamos bebiendo la cervecita. El primer grupo que salió a tocar era hardcore. El vocalista aullaba como si le estuvieran quemando los...dedos de los pies.
Éramos como 20 personas las que observábamos el show. De repente alguien del público, al parecer un amigo, le quitó el micrófono y se puso a aullar lo mismo.Todo era inentendible
y cuático.
En un segundo divisé a la integrante femenina de Fatiga de Material.Me acerqué y chachareamos un poco, pero se fue rápidamente. Estaba como ocupada. Fui a ver amis amigos.Mi brother dormía profundamente con la cabeza apoyada en un parlante. Estaba botando el estrés santiaguino.Yo seguía empinando botellones de cerveza. Llegó más gente al recinto.
Como a las 2 de lamañana nos fuimos sin escuchar a la mitad de los grupos anunciados en el afiche. Llovía como si el mundo se fuera a acabar. Lanzaban baldes del cielo y nosotros los recibíamos. Llamé un taxi que nos fue a buscar cerca de la Plaza Echaurren y nos bajamos en la Subida Ecuador, donde nos comimos unos sanbiruches para matar el terrible bajón de hambre.
Llegamos a la casa mojados como diuca y al otro día bajamos en busca de unas cazuelas.Yo me empecé a sentir mal y me di cuenta que la mojada aventura de la noche se transformaría en un maldito resfrío.
Ahora recién me estoy recuperando y ya me preparo para el recital llamado Marginalia.
Ojalá no llueva.

ajenjoverde@hotmail.com

Mi papá era cuático






 Por Ajenjo

Mi padre murió hace muchos años y los recuerdos que tengo son cuáticos, ya que él era una persona bastante especial y que, con la educación que nos entregó, formó un hijo diputado, otro periodista y un tatuador en Brasil.
¿Cómo tanta diversidad entre los hermanos?
Mi padre era especialista en educación. Estudiaba las formas con que el cerebro lograba contener la información y se metió en el mundo de la computación mucho antes que la mayoría de las personas.A mi hermano mayor lo sometía a procesos de lectura desde muy niño.Yo me escondía debajo de la cama y escuchaba relatos de JulioVerne, de Salgari y hasta de Isaac Asimov. Mi mente volaba con todo eso, pero lo percibía de pasada, no directamente.
Mi padre se tuvo que ir del país el año 1973 y terminamos todos viviendo enVenezuela. Ahí creó, junto a otros chilenos, la Universidad Nacional Abierta, que fue el primer centro de educación a distancia en ese país. Casi se convierte en rector, pero tuvimos que volver al oscuro Chile de los ‘80.
Mi padre a veces perdía los estribos y nos pegaba. A mí me golpeó varias veces porque mentía.Una vez inventé que a mi hermano lo había atropellado un camión. Mi madre cayó en la histeria y a mí
me cayó un puño sobre la espalda.
Mi padre identificaba las cualidades de sus hijos y las trabajaba. Se dio cuenta que yo era medio artista y me metió a un taller de teatro con el León Mauricio. Montamos la obra “Pinocho”(yo era el
protagonista) en el ya desaparecido Cine Olimpo deViña del Mar, en el segundo piso. Hacíamos matiné todos los domingos y el recinto se llenaba. Mi papá fue a todas las funciones y lo vi emocionarse.
Mi padre era bueno para el copete.Todas las noches se tomaba dos o treswiscolas (que yo le preparaba).A finales de mes el trago mutaba a piscola. Le encantaba beber vino con los amigos y pasarlo bien (cosa que heredé).
Mi padre era exigente con las notas del colegio. Si yo tenía números rojos tiritaba cuando tenía que llevarle la papeleta celeste o amarilla (del Seminario San Rafael). Me castigaba duro cuando fracasaba intelectualmente.
Mi padre me dio miedo muchas veces y eso opacaba el amor que podía sentir por él, pero al final siempre lo admiré.
Para un cumpleañosme dejó la primera edición de “American Psycho”en la cama y yo quedé para adentro.
La única vez que vi llorar ami padre fue cuando murió su madre, mi abuelita Ana. Nos abrazamos tan fuerte que nunca más olvidé ese dolor. Ese mismo dolor heavymetal que sentí cuando él murió.

ajenjoverde@hotmail.com

Una constante en mi vida: los cactus


 
Por Ajenjo

Los cactus son plantas raras, cuáticas, que muchas personas encuentran feas y peligrosas. Personalmente, y sin quererlo, han sido el integrante del mundo vegetal que más me ha acompañado en mi distorsionada vida y he podido establecer una peculiar conexión con ellos que muchas veces ha sido sangrienta, romántica y espacial.
Una de mis primeras experiencias con los cactus fue con los scout del Instituto Rafael Ariztía, en Quillota. Estábamos en un fundo cerca del sector de Colbún oTalca (no tengo claridad ya que han pasado decenas de años) y veníamos de una larga caminata de dos días. De pronto me paré al costado del camino (como la canción de Fito Páez) y me caí directamente a un gran cactus. Alcancé a poner el brazo y las agujas se clavaron en la piel y músculos como si fueran un jabón. Mis amigos me sacaron
y me llevaron rápidamente hasta el campamento central, donde un hermano marista, con una gigantesca lupa, me sacó una por una las espinas y me entablilló el brazo por si las moscas.
Años después, en un loco viaje aMéxico, junto a una chilena artista del grabado, visité una  comunidad de los indios huicholes, en la ciudad de Real de 14. Observé como tomaban peyote, un pequeño cactus alucinógeno, y el mundo se les convertía en un caleidoscopio lleno de locura y  verdad.
Cuando nació mi primer hijo me regalaron un pequeño cactus del tipo San Pedro y lo cuidé por 11 años. Creció dos metros ymedio y tuve que dejarlo abandonado en un patio, en mi última mudanza, con un gran dolor en el corazón. Estaba como traicionándolo.
Ahora queme compré una casa me encontré en el patio con más de 12 tipos de cactus diferentes. La antigua propietaria los amaba y hay de todos los portes, incluso uno gigantesco. En el último partido de la selección chilena, emocionado por los goles y el ron, salí al patio y me agaché para observar algo en la tierra. Al levantarme una espina se clavó en mi cabeza, haciéndome una pequeña herida que sangró por algunos segundos. Mis amigos me dijeron que tenía que cortar ese tremendo árbol lleno de peligrosas púas. Creo que, por mis hijos, tendré que hacerlo, pero me dará mucha tristeza podar el tremendo ser verde.
Creo queme gustan los cactus porque son raros, como yo.

ajenjoverde@hotmail.com

En el paraíso de los freak

Por Ajenjo

Una señora canosa, de 50 años aproximadamente, está vestida como un Jedi de la Guerra de las Galaxias. A su lado un grupo de amigos está uniformado como los actores de la serie Star Treek. Por mi lado pasa Mistique, la bella mutante de los X  Men y quedo con la boca abierta, incluso un poco de baba se me cae al suelo. Más allá los socios del Guasón conversan con El Comediante, deWatchmen.
En el baño está Flash, que ocupa un urinario al lado de un carabinero de uniforme. Afuera Wilma y Dafne,de la serie Scooby Doo, se comen un completo y toman bebidas.
¿Qué es esto?, se puede preguntar un lector desprevenido. ¿Serán visiones de un deliriums tremens provocado por la excesiva ingesta de alcohol del autor de esta crónica?
¿Serán más mentiras?
No. Se trata del evento llamado Concomics, que el fin de semana se desarrolló en la Estación Mapocho, en Santiago y que pude visitar motivado por mi hijo de once años de edad.
Se trata de la reunión más grande de los fanáticos de las revistas de comic, de las series de televisión, de las películas y especialmente de los superhéroes.
La cuarta partedel público estaba disfrazado, con trajes terriblemente pulentos y que motivaban a los no disfrazados a sacarse fotos. Eso era todo un acto de orgullo y mi hijo pudo inmortalizarse al lado de sus personajes favoritos.
Lo más freak que pude ver fue un tipo que estaba vestido en las piernas con un traje de soldado imperial de La Guerra de las Galaxias. Arriba tenía una polera de Superman y llevaba la chaquetilla de Freddy Mercury, el vocalista de Queen. La mezcla era rarísima y en un momento empezó a sonar por los parlantes una canción del grupo británico, y el tipo se volvió loco y empezó a bailar como un enajenado. Mi sobrino, que nos acompañaba, me dijo, “debe estar drogado”. Le contesté: “Las drogas no son
tan potentes, el tipo está rayadísimo”.
Estuvimos másde cuatro horas caminando y asombrándonos
en el recinto. Entramosa una carpa de los seguidores de Los Archivos Secretos X y pudimos operar a un marciano, onda Rosewell.
Personalmente encontré espectacular todo el show y lo mejor de todo es que lo disfrute sin tomarme ninguna copita de licor, ¡ni siquiera una cerveza chica!
Y eso es todo un logro personal, ya que a veces creo que la vida sólo puede ser entretenida a través del vidrio de una botella.

ajenjoverde@hotmail.com

7.01.2012

El día en que conocí al mítico OrlandoWalter Muñoz







Por Ajenjo


Partí el viernes pasado a ver el documental “Pena de muerte”, del cineasta Tevo Díaz, que estaba programado en el Centro Cultural Ex Cárcel deValparaíso. Me compré mi petaquita de ron y mi bebida de medio litro, las camuflé piolamente y subí por Cumming, en dirección a esa antigua prisión. Cuando llegué me encontré con muchos amigos, que eran protagonistas del documental sobre los sicópatas deViña del Mar, que dejaron marcado con fuego a toda una generación, entre los cuales me incluyo.
El asunto es que uno de mis brother me presenta a OrlandoWalterMuñoz, a quien personalmente lo considero todo un ídolo del periodismo nacional, una especie de mito viviente, un hombre secreto, clandestino, que sólo había entrevistado en forma telefónica y que siempre he admirado desde todo punto de vista.Un escritor con una pluma maravillosa, que profundiza hasta herir, sin dejar lágrimas.Un adicto al cine. En el fondo, un superhéroe de las letras chilenas, autor de la letra de la primera canción de rock del país y de cientos de artículos que te dejan peinado para atrás, tocando
batería y mirándote el ombligo.
Inmediatamente le metí conversa. En un momento quería confirmar si verdaderamente me encontraba
junto a él y le pregunté: ¿Cuál es su nombre? El me contesto: soy Felipe Camiroaga.
Me senté junto a Orlando Walter y comencé el trasvasije de mi bendito licor.No se si él se dio cuenta, pero era un tema que no le interesaba mucho.Vimos el documental y después nos separamos en el cóctel. En un momento me llamó mi bella esposa y me dijo las palabras mágicas “es hora de que estés en la casa”. Miré a mis brother y ellos también comenzaban su descenso desde la ex cárcel, hasta el plan deValparaíso.
Fue así como menfui con OrlandoWalter conversando hacia tierra firme. Le dije que a la película le faltó la recreación de una violación, pero que esa era difícil de llevarlo a la pantalla grande.Me nombró una cinta, que al parecer tenía un bestial ultraje, pero que ahora mis alcohólicas neuronas no lo recuerdan. Entre conversa y conversa,OrlandoWalter se cayó de bruces al pavimento y quedó estirado, cuan largo es. En cuestión de segundos lo levanté y seguimos charlando, como si nada hubiera pasado. Al final nos despedimos y yo tenía la certeza de que sería una de las pocas veces que estaría al lado de este superhéroe de las letras chilenas. ¡Larga vida DonOrlandoWalter y salga a tomarse una copita con sus amigos de vez en cuando!


ajenjoverde@hotmail.com