12.12.2012

Borracha conversación sobre el mall





Por Ajenjo
 
Para variar estoy en el Moneda de Oro, con mis brothers, celebrando que volví de mis pequeñas vacaciones por el norte chileno. En la mesa ya hay varias botellas de bebida que demuestran que muchos rones ya se han anidado en las neuronas de los comensales.
Alguien pregunta: ¿Están de acuerdo con el mall en Barón?
La interrogante, como una mecha de pólvora, incendio los ánimos y la conversa se puso al rojo vivo.
Hasta Dióscoro Rojas,que andaba promocionando el “18” chico que celebrarán en Valparaíso, se integró a la conversa, pero como estaba sobrio, poco pudo entender de la discusión.
La mesa se dividió en dos bandos. Los que estaban a favor decían que ese pedazo del borde costero estaba abandonado desde hace años y nadie había presentado propuestas serias relacionadas con el turismo o la entretención. A eso se sumaron argumentos relacionados con la oferta de trabajo y en el fragor de la conversa uno de los comensales gritó: ¿y en que puede trabajar una madre soltera porteña? Elmall es una buena carta”.
Mientras pedíamos más ron yo argumenté que los empresarios chilenos sólo estaban interesados en ganar dinero y no querían dejar ningún aporte arquitectónico a la ciudad. Les dije que soñaba con un borde costero como Puerto Madero, con una oferta gastronómica de lujo, a lo mejor un gran acuario, y un paseo marino para toda la familia.
Otro de los antimall señaló queValparaíso no era una ciudad globalizada, donde no habían tiendas de Mc Donalds, y en eso se basaba el encanto que atraía a miles de jóvenes europeos y extranjeros. “Si ponen el mall la ciudad ya no será diferente. Si quieren centros comerciales que se vayan aViña”.
Y así, como en un ring de box, los argumentos entraban y salían como puñetazos directos al cerebro. En un momento quedó el griterío pelado. Cada uno gritaba sus argumentos al aire y el espectáculo era hasta un poco decadente.
Al final no se pudo llegar a un acuerdo y todos quedamos cansados de tanto discutir. Recordé que en un período de la historia, se polemizó a muerte sobre el sexo de los santos.
¿Serán hombres,mujeres o asexuados?
No se lo que irá a pasar en Barón, pero la ciudad está dividida y discutiendo. Eso es bueno, sobretodo si hay una generosa cantidad de ron en la mesa.

ajenjoverde@hotmail.com

Benditos los buenos emprendimientos



Por Ajenjo

Cuando algo se hace bien enValparaíso se nota inmediatamente.
Es que esta ciudad es tan extraña y difícil, que generalmente todos los emprendimientos terminan mal, debido a que empezaron con el pie izquierdo o porque las ciudad los engulle, en una especie de canibalismo urbano.
El asunto es que el restaurante Bendita Pasta ha sido, como lo dice su nombre, toda una bendición para la plaza Aníbal Pinto y sus alrededores, que ha visto cometer crímenes patrimoniales tan grandes como la desaparición del famoso y tradicional Café Riquet y la aparición de una farmacia “a la antigua”(¡Santo Dios!).
El asunto es que partimos con unos amigos a almorzar en este local y conocer sus platillos italianos. Partí con un pisco sour al ají, que todavía me tiene las mucosas alteradas. ¡Que trago con más personalidad! Mi brother médico pidió unas bruschettas para animar el estómago. Creo que eran de queso de cabra, jamón serrano y lomo. Estaba muy ricas, crujientes y con sabor.
De segundo compartimos dos pizzas (éramos cuatro). Una era vegetariana y la otra con carne. Estaban exquisitas. El local tiene muy buena onda, se respira un ambiente de relajo y de buenos sabores que muy pocas veces se encuentra en esta ciudad.
Ojalá existieran más emprendimientos de este tipo, que podrían comenzar a cambiarle la cara a esta ciudad que muchas veces vaga sin rumbo, sonámbula, como flotando sin sentido en esta aventura llamada historia y vida.

ajenjoverde@hotmail.com

¿Y cómo les quedó el hígado?




Por Ajenjo

Después de estas maratónicas Fiestas Patrias, que para muchos todavía no terminan, sólo se me viene una pregunta a la cabeza: ¿cómo habrá quedado mi hígado?
Lo importante es que sobrevivimos y ya estamos listos para enfrentar nuevos desafíos con nuestro cuchillo y tenedor y la garganta muy afilada.
Personalmente partí septiembre cumpliendo un deseo que atesoraba hace varios años en el cerebro: conocer el Lago Chungará, en el corazón del altiplano nacional. El queme dio el empujón final fue el escritor Jorge Baradit, quien con sus tres primeros capítulos de su novela por entrega, “Lluscuma”, me invitó a conocer este ojo de agua del cíclope llamado Chile. Partí con mi hijo y mi mochila y llegamos a esta zona extraterrestre, donde las vicuñas, vizcachas y un musgo fantástico, crean un paisaje irreal, como de una película deTim Burton.
También visitamos Arica, de la mano de una cariñosa pareja, y pudimos ver a la famosa momia negra y las profundas cavernas formadas por rocas gigantescas, llenas de guano y de fantasmas de esclavos.
Fue poco lo que bebí en esa zona, ya que la altura te hace sentir raro, diferente. Incluso mi hijo sufrió un ataque de puna, donde su estómago se daba vueltas y su cabeza estaba a punto de estallar.
Al volver a Santiago no retorné a miValparaíso querido. Este año no ingresé a la ramada travesti de Zuliana, en el Parque Alejo Barrios, y decidí viajar al Lago Colbún, donde en medio de volantines y asados interminables se bailó la cueca de la alegría familiar.
Fueron largos e intensos días, donde todo comenzaba con una chelita mañanera, para después beber mostos de alta ley y terminar con uno que otro ron loco. La parrilla siempre estuvo prendida, con costillar, choripanes y lomo y terminábamos viendo películas y descansando en medio de un paisaje sacado de los bosques de Canadá.
Personalmente fue un 18 tranquilo, lleno de placeres de la buena mesa y con mucha conversación entrete y profunda. Ahora sólo queda pensar que hay que volver a la realidad y que todo este oasis de viajes y fiesta fue un paréntesis de relajo cerebral para enfrentar este último tramo del año.

ajenjoverde@hotmail.com

¡Cabros, con harta farmacia y mucho aguante para este “18”!



Por Ajenjo

Todos estamos muy conscientes de lo que comienza hoy es una maratón del carrete, una gran orgía de comida y bebida, donde los excesos son perdonados y el que no se cura es charcha. Los chilenos no somos buenos paras las fiestas, pero septiembre es como nuestro carnaval tropical, que tiene como protagonistas principales el vino, las empanadas y el asado.
De esta manera hay que estar preparado para lo que viene y mi mayor consejo, como dice un amigo argentino, es con farmacia y con aguante.Yo igual le agregaría agua, mucha agua.
Para evitar estar el domingo en la sala de urgencia de algún hospital local, recomiendo leer esto con atención y tratar de cumplir algunos mandamientos del borracho.
Lo primero, y más importante, es no curarse con apagón de tele ningún día. Es penca para todos los familiares, amigos, pololas y novias ver al socio llamando a Guajardo, hablando groserías, poniéndose violento o cariñoso con las mujeres de los demás. Desagradable, muy desagradable.

Cada uno sabe donde le aprieta el zapato y lo importante es no mandarse embarradas. En mi caso me pongo bueno para la talla grosera. La última vez estaba en un restaurante, con toda la familia y yo estaba pasadito.Me pregunta la garzona si me quiero comer un pescado llamado “vieja”y grito a los cuatro vientos con tono picaresco y desubicado: “Me encantaría comerme una viejita”. Se sintieron
algunas risas, pero las caras de la mesa decían: “Ya empezó el show”.

Volviendo al tema del maratónico 18 es trascendental ir a la farmacia y abastecerse de paracetamol y antiácidos. Después meter mucha agua al refrigerador. Con este material uno puede llegar del carrete y mandarse cuatro pastillas, tomar un litro de agua y acostarse más tranquilo.
Lo de la cerveza mañanera no lo recomiendo mucho, es mejor siempre comer antes de meterse licor. Por eso hay que picar lo que pille antes de ponerse elembudo y comenzar a tomar. Otro de los secretos infalibles es evitar la mezcla. Si comienza con una chelita, le sigue poniendo sus buenos vasos de vino y después remata con ron u otro destilado le irá mal, muy mal. Personalmente prefiero
llegar a un asado y empezar a tomar ron con cocacolita desde la mañana hasta la tarde... ¿O será muy borracho lo que estoy diciendo?
Ojalá todos sobrevivamos y esta columna aparezca la próxima semana.
¡Baco, cuídanos y protege nuestro cerebro e hígado!

ajenjoverde@hotmail.com

12.03.2012

Caníbal tinto




Por Ajenjo

Valparaíso, en su historia, debe haber tenido muchos centros neurálgicos del carrete. En algún momento la Plaza Echaurren, con la Subida Clave y sus alrededores (con Los
Siete Espejos incluido) reunía a los más granado de la distorsión humana. Seguramente las peleas de borrachos, los robos y las cuchilladas, eran parte de la rutina que a uno le podía tocar.

Seguramente el Parque Italia también fue en su tiempo lugar donde se tomaba y se bebía de lo lindo, con buena onda y uno que otro escándalo. Creo sin certeza, ya que no soy un historiador de la bohemia, que la Plaza O’Higgins y El Almendral también acogieron a la fauna buena para el tinto, el baile y el hueviche.
En los años 90 la Subida Ecuador fue el epicentro de la locura. Era el destape chileno, la apertura a la democracia, el rompimiento de las cadenas y todos se pusieron a jaranear de lo lindo.
Ahora, en pleno 2012, la Plaza Aníbal Pinto es el núcleo del carrete pesado. El fin de semana pasado una horda de borrachos arremetió con todo el inmobiliario urbano y destrozaron paraderos de micro, maceteros y semáforos.Todo un caos.
Siempre he vivido cerca de la Plaza Aníbal Pinto, que desde hace varios años la apodan CaníbalTinto, por la locura que a veces se forma. Al principio pensé que este lugar era una especie de manicomio de los perros callejeros. Onda que un perro empezaba a transmitir pesado y lo mandaban a juntarse con otros quiltros orates. En las noches la locura de los canes se desata y persiguen las ruedas de los autos a niveles extremos, incluso arriesgando su vida perruna. En el día todos duermen a pata suelta,
comosi estuvieran con la caña, de guata al sol.

En el último tiempo he asociado a la CaníbalTinto con los vendedores de panes con soya. Siempre me compro los que cuestan quinientos y tienen lechuga y tomate. Al principio eran los rastafari (que según un amigo se visten de esa forma sólo para justificar que son más volados que la cresta), pero ahora son una gama de punkis, alternativos y gente empeñosa que ofrece productos alimenticios.

Hace varios años, cuando protagonizaba duros carretes, pasaba por ese lugar casi en la madrugada. Íbamos en busca de la botillería del pelado Santiago, que dejaba de atender con los pajaritos...
Después llegó el Máscara y otros lugares de distorsión, que se sumaron al taquilla Cinzano
y al cambiode la subida Cumming.
La Plaza Caníbal Pinto es actualmente el centro del carrete porteño. Los turistas se mezclan con los punkis, los artesanos y el mundo porteño. Seguirán pasando cosas buenas y malas, como en todo lugar donde se vive la locura del alcohol.

En 10 años más ¿cuál será el lugar donde se mudará la bohemia extrema?

ajenjoverde@hotmail.com

Maldito agosto




Por Ajenjo

Cuando fui a ver la película deTevo Díaz sobre los sicópatas deViña del Mar, hace sólo algunos meses, pude conocer físicamente a Orlando Walter Muñoz. En esa ocasión le dediqué una columna especial, donde explicaba que había conocido a este enigmático intelectual, al que solamente había entrevistado por teléfono, en variadas ocasiones.
 “¡Larga vida Don OrlandoWalter y salga a tomarse una copita con sus amigos de vez en cuando!”, era una de las frases que remataba esa crónica y que lamentablemente actuó en contra, ya que el cinéfilo abandonó la Tierra para irse a vivir a otro plano de la realidad.
Murió.
Es que agosto es un mes maldito y por eso muchos festejarán hoy el haber pasado estos 31 días, llenos de frío, gatos y una onda rara en el espacio mental.
Supe que había muerto a través del Facebook, ya que la hija del poeta Juan Luis Martínez colocó en su muro la triste noticia.Quedé para adentro, al igual que el periodista rockero René Cevasco, ya que muchas entrevistas, dudas y conversaciones, quedaron truncas con la desaparición física de OrlandoWalter Muñoz.
La última vez que hablé por teléfono me contó de su proyecto de tres monólogos teatrales.Me pidió que le consiguiera actores que fueran físicamente aceptables para montar su espectáculo. Le dije que lo intentaría, pero la garra de la “pelada” acabó con todo.
Ahora me imagino a Orlando Walter Muñoz destapando una botella de vino y conversando perpetuamente con Aldo Francia , Juan Luis Martínez y Raúl Ruiz sus amigos del cine y la literatura.
Así es la vida, así es la muerte.

ajenjoverde@hotmail.com