4.25.2012

Tijerales





A Modesto y todos los trabajadores

Por Ajenjo

En la semana hice el tradicional festejo chileno llamado “tijerales” a los trabajadores que remodelaron mi nueva vivienda. Mi primera intención era hacer un asado en la casa con
todos los obreros, comer empanadas, choripán, pollito y carne.También tomar cerveza, vino tinto y
algún ron loco por ahí. Sin embargo, fueron surgiendo los problemas derivados de una mudanza, donde la parrilla, los platos, el servicio y los vasos estaban embalados. Así la cosas, decidí llevarlos a todos a mi segundo casa: El Moneda de Oro.
Primero llegué a la casa nueva con 14 empanadas de Las Famosas, ese local de Salvador Donoso que salió reseñado en el último libro gastronómico de Ruperto de Nola, “Valparaíso al plato”.
En realidad éramos 13 personas, pero yo, que vivo bajo el yugo de la superstición, no podía comprar ese número en comida. El asunto es que nos las servimos en la casa, junto a mi bella señora (y su barriga de siete meses y medio). Nos mandamos tres botellas de vino y bajamos al plan.
Le pedí al garzón Alonso que se preparara una mesa para 14 personas. Le dije a mi brother fotógrafo
que asistiera para que no nos sentáramos13 en la mesa y ahí partió la celebración. El calvo guitarrista se mandó un buen“speach” sobre los tijerales y tocó la canción de El Temucano.
Comimos cuatro chorrillanas y tomamos ocho botellas de vino y algunas cervezas. Al final mi señora me dijo que mi cara estaba algo distorsionada (la frase exacta es “ya tienes esa mirada de loco, estay curao, vámonos”) y nos retiramos,mientras algunos obreros hablaban de seguir en subida Ecuador.
Recuerdo que mi brother arquitecto hizo una vez unos tijerales con unos obreros de una construcción bajo su cargo. Chupó tanto que llegó con un grupo a lacasa de su madre a buscar más plata para seguir bebiendo y creo que al final quedó botado, en una plaza, terrible de dormido y bajo la protección del demonio de los curaditos.
Buscando “tijerales”en Wikipedia, encontré la siguiente frase: “dependiendo los recursos involucrados, esta fiesta, puede ir desde un asado con carnes a la parrilla, acompañado con abundante vino, hasta un show con vedettes y música bailable donde los obreros lucen sus dotes danzantes”.
Aquí no hubo parrilla ni vedettes, pero los obreros santiaguinos pudieron conocer un rincón de Valparaíso, comer su plato típico y escuchar las canciones del guitarrista calvo. Ojalá se hayan ido contentos, ya que yo estoy muy agradecido y más feliz que perro con pulgas con mi casita remodelada.
¡Muchas gracias!

ajenjoverde@hotmail.com

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