4.13.2009

Aromáticos recuerdos




Por Ajenjo



Con mucho cariño y recuerdo al ya fallecido sacerdote Aldo Alvarez



Entre los 14 y 23 años, una etapa bastan importante en la vida de cualquier ser humano, habité el barrio de Chorrillos, en Viña del Mar.
Arrendábamos una casa en el pasaje Portugal, donde éramos vecinos del gran hombre y cineasta Aldo Francia, quien forjó gran parte de mi personalidad artística.
En ese barrio pasaron muchas cosas esenciales, desde terribles caídas en bicicletas que terminaron con grandes cicatrices en la frente hasta los primeros y sufridos amores de adolescencia.
Mi familia era católica y durante muchos domingos de mi vida fui a misa a la parroquia de Chorrillos, donde al padre Aldo Alvarez realizaba las liturgias.
El sacerdote había sido amigo de mi padre cuando joven y siempre visitaba la casa y nos daba buenos consejos.
Para el terremoto de 1985, muchas casas que tenían conexiones a gas de cañería quedaron sin ese servicio, y el padre Aldo llegaba todos los días a nuestro hogar para poder ocupar la ducha que funcionaba con los tradicionales balones de gas licuado.
Hace poco supe la noticia de su muerte y me dio mucha pena, ya que siempre fue una gran persona y además tuvimos una divertida anécdota que siempre nos sacaba en cara.
Con un grupo de amigos de Chorrillos, con quienes me fumé mis primeros cigarrillos marca Hilton, escondidos en la línea del tren, siempre andábamos jugando alrededor de la parroquia.
El padre nos pidió que por favor asistiéramos a la misa de la tarde, ya que necesitaba nuestra ayuda. Nosotros no le pusimos ningún problema y todos nos comprometimos para estar a las 19.00 horas en punto.
Ese día nos jugamos una sudada pichanga en la cancha de fútbol del antiguo seminario San Rafael de Viña del Mar y llegamos directamente desde la cancha a la parroquia.
Ahí el padre nos avisó que seríamos sus ayudantes para la ceremonia de lavados de pies y casi se nos cae la cara de vergüenza, ya que estábamos todos bastante cochinos y "aromáticos".
El padre Aldo nos lavó nuestros pies, en esa tradicional ceremonia religiosa, y después nos retó por haber llegado en ese estado.
¡Qué recuerdos de Chorrillos y toda su gente!
¿A dónde vivirán todos esos recuerdos de infancia y juventud? ¿Dónde?




ajenjoverde@hotmail.com

1 comentario:

Anónimo dijo...

wenas
Soy Pancho Pardo, periodista de la 3ra que escribió sobre Valpo en el blog de la revista Viajes. Están muy wenos tus textos, te felicito.
un abrazo.
p.