10.27.2008

Otra agitada noche en Santiasco


Por Ajenjo


Salgo de la obra "Sin sangre", que están dando en el Teatro de la Universidad Católica de Santiago, en Ñuñoa, y es como si me hubieran dado un mazazo en el cerebro.
Apenas puedo articular palabras para expresar la fuerza y belleza de esta pieza teatral que, personalmente, se convertirá en un referente estético a la hora de hablar de vanguardia bien hecha en Chile. Así como una vez me emocioné hasta las lágrimas con "La Negra Ester", aquí me impacté por la violencia del texto y una de las puestas en escena más impecables que he visto en mi vida.
En las afueras del teatro me espera Dióscoro Rojas, con quien decido conocer un poco del barrio de Ñuñoa, más conocido como Ñuñork por la taquilla de Santiasco.
Vamos a Las Lanzas, un local famoso, pero donde nos atienden después de media hora de sentarnos . Los tragos son cortos, los sandwich chicos y en una de las mesas hay un tipo que "atraca" literal y violentamente con una chica que parece ser su secretaria .
Dióscoro me dice que tiene que juntarse con Pablo Mackenna, el ex animador de "CQC", que choca borracho, que dice ser poeta y que se casó con una de las mujeres más bellas y sexies del país.
Lo acompaño en taxi hasta Providencia, donde entra al bar Normandie, lleno de famosos y políticos. Mi timidez provinciana no se la puede con este cuadro y le digo a Dióscoro que volveré más tarde.
Cruzo la calle hacia uno de los famosos Liguria. Me pido un arrollado con puré picante y una botella de vino. Todo rico, bien atendido y la música excelente. ¡Qué buen local!
Ya son las dos de la mañana cuando vuelvo a juntarme con Dióscoro, quien conversa animadamente con el tal Mackenna. Los saludo, mientras el rey guachaca me explica que el ex animador escribirá un libro de poesía.
¿No será el libro de las papas cocidas?, le pregunto yo, mientras el tipo me responde algo como: "No, éste es nuevo y se llamará la esencia de la intrascendencia de las profundidades del ser humano".
Después de escuchar el título decido largarme al Barrio Bellavista a esperar a mi novia que venía de su fiesta con puros abogados. Llego a un bar, cuyo nombre ya no puedo recordar, y el mozo me dice que hay una oferta para los trasnochados de dos rones a cuatro mil pesos. "¿Qué le hace el agua al pescado", me dice mi conciencia interior y mientras el dulce licor baja para adormecer mi dañada cabeza, siento una mano que se posa en mi hombro. Era mi novia que llegaba justo al rescate de la anestesia total en esta nueva aventura en Chantiasco.



1 comentario:

Anónimo dijo...

compadre lei su articulo acerca de la marihuana skAnk en la estrella de valpo y no me queda nada más que felicitarlo por ser un tan buen humorista.

esta de mas decir que por su redacción me queda claro que al que se le mueren las neuronas es a Ud.
sin otro particular.
un afectuoso saludo y gracias por hacer reir a tanta gente.