8.18.2011

La noche en que el escritor Victor Rojas se llevó mi sombrero

Por Ajenjo

Hace como siete años, cuando era un fanático de Alexander De Large, el protagonista de La Naranja Mecánica, me compré un sombrero de hongo o bombín, que me lo llevaron en una gran caja al hotel donde me estaba quedando en Buenos Aires. El sombrero nunca me quedó bien, ya que lo compré a pedido por internet y, al parecer no me medí muy bien la cabeza.
El viernes pasado estábamos celebrando mi cumpleaños. Alas 2 de la mañana mucha agua había cruzado por el río (bueno, no precisamente agua). Alguien encontró el sombrero en la biblioteca y se lo puso. Era el escritor y cronista Víctor Rojas, a quien le calzó como un anillo al dedo. Por lo que supe días después, le dije que se lo llevara, ya que nunca lo había podido ocupar y a él le quedaba muy bien.
Supe de este “desprendimiento alcohólico”a través del chat de Facebook, cuando el propio escritor me dijo que tenía mi sombrero, que a todo esto es muy fino y caro.
A eso se suma que no abrí ningún regalo. A todo el mundo lo hacía pasar a la casa y dejaba en una esquina los paquetes de colores, a la espera de que en algún momento de la noche los abriera. Todos se fueron (¡este año no tuve que echarlos!), menos uno que estaba agarrado a la lavadora y no podía moverse.
Al otro día me encontré con varios libros, especialmente uno que recopila fotos y textos del cineasta Stanley Kubric. Es de la potente editorial Taschen y está de lujo. También encontré una petaca metálica con símbolos de la antigua Rusia (el martillo y la hoz) y varias botellas de licor: vodka, ron y mucho vino tinto.
Ahora, cuando la resaca del cumpleaños ya pasó, pienso en mi sombrero de hongo, que ya está en otra cabeza y que ojalá tenga un destino honorable.
Lo que se da no se quita y eso es la pura y santa verdad.

ajenjoverde@hotmail.com

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