7.07.2008

Carreteando con los ABC1

Por Ajenjo

Entro al restaurante “Delicias del Mar”, de Cochoa, con el padre y la madrastra de mi novia, una pareja de famosos arquitectos santiaguinos que calzan perfectamente en el estrato social ABC1, es decir , con mucho dinero.
Les recomiendo almorzar el plato denominado “Reineta viñamarina”, que es una especialidad de ese local gastronómico que pronto se convertirá en el “Congrio margarita”, que es una preparación que se repite en toda la costa chilena.
Fuimos a bajar el almuerzo al Cementerio Parque del Mar, donde aproveché de visitar la tumba de mi padre, a quien tengo bastante abandonado debido a la distancia del camposanto.
En la noche invité a mis nuevos suegros al restaurante “Caruso”. Ahí comimos de todo al ritmo de unos buenos tintos y nos fuimos a acostar.
La pareja de arquitectos andaba con su hijo y se quedaron a dormir en el hotel Robinson Crusoe, del cerro Bellavista, ya que estaba a sólo cuadras del departamento que arrendó su hija, quien dejo Santiago en busca de suerte y amor en estas tierras porteñas.
En la mañana fuimos a la feria de antigüedades del Parque O’Higgins, donde pude comprobar el nivel adquisitivo de los ABC1. En un par de horas se gastaron casi todo mi sueldo en muebles de madera y mármol, que con mi mejor cara tuve que cargar hacia el automóvil gigante.
Cerca de la una de la tarde recorrimos la bahía que festejaba a su patrono SanPedro. Subimos por el ascensor ElPeral y decidimos entrar al restaurante “Apolo 77”. Eran las 15.00 horas y el local estaba casi vacío. Un mozo nos ofreció una carta metálica que tenía muy pocos platos a unos precios exorbitantes. Salimos arrancando hacia “La Colombina”, que mantenía exactamente el mismo panorama, salvo que por una carta más nutrida.
Finalmente terminamos en el “Café Turri”, donde a pesar de las malas críticas que siempre recibe este restaurante, nos comimos unos ricos caldillos de congrio y chuletas de cordero a la menta.
Durante todo el fin de semana casi no desembolsé plata de mi bolsillo y participé de cenas y almuerzos bastante suculentos y caros. La familia de arquitectos santiaguinos pertenecía al segmento ABC1, pero al momento de la conversa y de tirar talla eran bastante buena onda, transformando las veladas en momentos agradables y para nada siúticos o tensionantes.
En síntesis, eran buena gente y buenas personas, desmitificando los fuertes prejuicios que algunos tenemos.


ajenjoverde@hotmail.com

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Esperas que los vayas conociendo y verás que tus prejuicios se convertirán en pesadillas...

Anónimo dijo...

que patetico don ajenjo como has cambiado
abc1

Anónimo dijo...

patéticos son esos comentarios que dejaron los anónimos...