1.23.2006

Abro Paréntesis

"Es bueno confiar en las decisiones que uno toma. Es sano".
Gus, en la película "Paréntesis".


Nuevamente fui a votar en segunda vuelta acompañado de mi hijo y como estoy inscrito en Viña del Mar tuve que mamarme toda la Subida Sausalito con el crío sobre los hombros.Llegué a la mesa bastante agotado y les dije a los vocales que mi número de inscripción era el 120.
“¿120 dos o tres medallas?”, me respondió el presidente de la mesa. Pongo cara de orgullo y le digo “medalla real no más” y todos se largan a reír.
Al final le entintaron el pulgar a mi hijo, quien quedó con ataque de histeria ya que es el dedo que se chupa todas las noches y lo cuida como “hueso de santo”.
El pequeñín se fue y mi brother me invitó a su departamento en Recreo a celebrar los resultados y destapó un rosé heladito que lo bebimos en el balcón, escuchando la radio Cooperativa, como en los viejos tiempos.
Algunos bocinazos removían la tranquila tarde dominguera y cuando salió la Bachelet a realizar su discurso como Presidenta electa, mi brother sacó un whisky JB y empezamos a matar el botellón lentamente.
Eran como las 10 de la noche y un llamado de una Chica Superpoderosa nos movilizó a Valparaíso, donde siguió la juerga electoral con copas de vino y análisis políticos bastante extremos.
Un curadito gritaba que el discurso de la candidata había estado muy frío. Algunos lo increparon diciéndole que ya estaba criticando y “eso que todavía ni se ponía la banda presidencial”. El borrachín se enojó y señaló que quería “un presidente que legalizara el matrimonio homosexual” y otras ideas bastante radicales. Al final fue expulsado y en el aire quedó el rumor de que al compañero, con los copetes, se le apagaba el piloto del califont.
Al otro día, y siempre me pasa lo mismo post elecciones, pienso que voy a salir y el aire estará diferente, sin embargo nunca pasa nada y la vida sigue exactamente igual.
Prometí no beber las siguientes 24 horas para recuperarme del carrete electoral y de la visita de Los Patogallina, quienes habían montado una intervención urbana en la Plaza Sotomayor.
Decidí ir a ver “Las Crónicas de Narnia” y salí bastante conforme del cine. Sabía que no podría dormir fácilmente y me dirigí al Blockbuster donde recogí una grata sorpresa que me llenó de emoción y me gustó muchísimo: “Paréntesis”..
Hacía meses que no veía una película chilena con un guión tan bueno, donde mostraran el drama de las relaciones humanas y amorosas de forma tan delicada y verdadera.
A veces quiero un gran paréntesis en mi vida. Un paréntesis bien largo, donde se apaguen todos los sonidos molestos y sólo queden los rostros de las personas que amo. Siento que ese paréntesis ya viene, se avecina en forma implacable y violenta y tiene forma de un viaje

ajenjoverde@hotmail.com

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