12.28.2009

La plaza Ánibal Pinto es el manicomio de los perros


Por Ajenjo


Los que caminamos por Valparaíso nocturno en busca de algún trago que nos calme esta horrible ansiedad de fin de año, podemos ver un espectáculo rarísimo: decenas de perros persiguiendo las ruedas de los autos en la Plaza Aníbal Pinto.
¿Por qué hacen estos los perros? Bebiendo una jarra de dorada cerveza Stella Artois, converso con gente y trato de resolver esta duda, que realmente me está atormentando la mente.
“Mira, un veterinario me dijo que los perros que trataban de morder las ruedas de los autos se han vuelto locos”, me asegura un experto.
La idea me gustó y me imaginé que la Plaza Aníbal Pinto era un manicomio de perros, y que todos los canes callejeros que les falta un tornillo se instalan en esa zona a esperar su demente muerte.
Entre esos locos perros hay uno al que le puse “El vampiro”, ya que se le salen los dientes por los labios, adquiriendo una apariencia bastante freak.
En la década del ‘80, en la plaza de Quillota, estaba el “perro burro”, que había sido atropellado y la rueda le
había pasado exactamente “ahí”, produciéndole una gran deformación.
Entre otras teorías sobre la obsesión de los perros con las ruedas está que los quiltros piensan que los automóviles son gigantescas bestias que en sus patas (ruedas) traen el orín de muchos perros.
Eso los hace asumir su territorialidad y tratar de expulsara estos monstruos con olores extranjeros.
Realmente no se qué pasa, pero vi a dos gringos con una botella de vino blanco en un cartucho de pan, observando durante horas a los perros y me di cuenta de que ya son parte del paisaje
y la fauna porteña.
Ojalá que el manicomio continúe.





ajenjoverde@hotmail.com

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