5.11.2007

Matrimonio a la chilena


En recuerdo de Pablito Atucha


La liga de la novia vuela sobre el espacio de la sala Limache, en el salón de eventos que tiene la CCU en las afueras de Santiago. Mis dedos casi rozan esa liga, sin embargo, un empujón me saca volando, y con mi terno encero el brillante suelo.
Me levanto y tomo conciencia de que estoy en un matrimonio, que según mi peculiar visión de vida se puede resumir en: "un acto tribal donde una pareja se une eternamente (en teoría), mientras sus familiares y amigos chupan y comen como dementes, hasta llegar al trance que se refleja en bailes epilépticos".
En menos de tres meses he asistido a dos matrimonios en Santiago y he podido reafirmar mi teoría sociológica, donde las bodas son eventos en que la gente se relaja, especialmente por la influencia de bebidas espirituosas.
He visto de todo en estas fiestas y una de las situaciones más torcidas fue cuando se casó la hermana de un amigo en el Estadio Español, en Recreo.
Entré al baño del local y en uno de los cubículos estaba un viejito sentado en el suelo. Su ropa, su camisa, sus pantalones, hasta su corbata, estaban llenas de excremento. El anciano no se podía ni parar y solo gemía. Yo no pregunté como había llegado a esa situación extrema y solo atiné a llamar a un encargado para que ubicara a su esposa u otro familiar y se lo llevaran.
Fue el comentario del matrimonio durante toda la noche y, con lo exagerada que se pone la gente con el trago, decían que había explotado "una bomba de caca en el baño".
En el último matrimonio a que asistí la novia exhibía su anillo con inscripciones en el idioma de elfo, mientras que su entrada al salón de eventos fue con la música de "La Guerra de las Galaxias". Sirvieron empanadas de frambuesa, champiñones fritos con polenta y queso bañado con chocolate.
"Cada uno con su gusto dijo una vieja y agarró besos a un chancho", como decía mi abuela. Eso me gusta. La diversidad, la diferencia, hacen que la vida sea entretenida.
De vuelta del matrimonio santiaguino supe que nos había dejado Pablo Atucha y la pena y el desconsuelo ensombrecieron la fría mañana porteña.
Hasta pronto.


ajenjoverde@hotmail.com
http://ajenjoverde.blogspot.com

4 comentarios:

Anónimo dijo...

mi amigo eras tan especial como un niño inocente para los que te conociamos y loco peligroso para todos lo demas te fuiste mas rapido que todos nosotros tenemos tu misma edad y he sufrido en silencio tu partida lo siento mucho y en especial por tu padre que a quien mucho le debo Don Alberto .
Pablo tu nombre es de un santo y tu apellido el de un gran maestro mi hijo mayor lleva tu nombre y tambien nacio en junio yo le hablo de ti quizas no seas un gran referente pero por cierto muy especial
chao pablo nunca habia escrito lago asi

pao dijo...

ya hace un año de que murio mi amigo de la locura, de las conversaciones, pablo atucha, y no supe que dia fumarme un pito o tomar una copa de vino por ti, pero no importa siempre estas en mis historias en mis recuerdos en las fiestas, en la musica , en las olas y en viña.
amigo mio hermano que nos hicimos juntos en la locura te quiero mucho

Anónimo dijo...

Somos muchas las que lo recordamos y extranhamos en especial hoy 1 ero de noviembre desde Mexico.

Cuidate Pao y muchos carinhos a Pablito de Paulita.

Anónimo dijo...

Pablo siempre desde la buena onda abrazote