8.13.2007

Secretos íntimos de un Tamagotchi


Son las 9 de la noche y alcanzo a ingresar a una multitienda para comprar la nueva obsesión de los niños: la mascota virtual conocida como Tamagotchi.
En la década del 90 fue muy popular y todos comentaban que la mascota se hacía caca, comía, jugaba y hasta moría, para la tristeza del pequeño dueño. Voy a buscar a mi hijo a su colegio y lo veo rodeado de amigos que, con sus tamagotchis correspondientes, se conectan digitalmente y tienen amigos virtuales.
El niño me llama por teléfono para comentarme que su mascota, de nombre Nick, se quedó dormido con una calavera a su lado y le digo que lea las instrucciones y que lo más probable es que tenga que darle su medicina.
No hay que analizar mucho a este tamagotchi para darse cuenta que este juguete es un invento chino, donde existen 80 millones de hijos únicos llamados "los pequeños emperadores" y que necesitan hermanos virtuales para que aprendan valores, especialmente la atención y el cuidado hacia otros seres.
Pensando en tamagotchis, amigos virtuales y hermanos futuros llego al Bar Inglés donde me encuentro con mi brother oftalmólogo que se está zampando un plato de pantrucas en fuente de greda con su correspondiente pisco sour. Aprovecho de engullirme un pan batido lleno de ají macerado al vinagre con mantequilla, mientras el juguito de limón comienza a calentar mis entrañas.
¿Por qué no vamos al cine, brother y rompemos esta exquisita rutina de comer y chupar por unas horas?, le digo, mientras enfilamos hacia Viña para ver "Secretos Íntimos", uno de los escasos filetes visuales que llegan a la recta provincia.
Antes de entrar al solitario y luminoso mall nos compramos la tradicional petaquita de ron, una energizante y una lata chica de Coca Cola para sostenerse en las dos horas y 15 minutos que duraba la cinta.
La película comienza con frases para el bronce, pero la más destacada es "si quieres dejar de hacer el amor, cásate". La frase es emitida por una mujer que está en un parque con sus amigas, cuidando a sus hijos. El argumento es un martillazo a la desgastada institución del matrimonio y recomiendo ir a verla sólo o con amigos, pero no con la pareja.
El título original de la película es "Niños pequeños" y el personaje del pedófilo, y lo que le va ocurriendo a lo largo del guión, es impactante.
Creo que cada trago del dorado licor cubano dentro del cine logró apaciguar un poco la amargura de los personajes que desfilaron por la pantalla.
En realidad la vida es bastante amarga, pero hay mucho ron para endulzarla.

ajenjoverde@hotmail.com

1 comentario:

Anónimo dijo...

Fran,

Buen articulo. La pluma se afinó lo suficiente, esta vez, despues de un par de notas medianas.
Pendiente está la visita al Bar Inglés...La pelicula que comentas es la mejor en cartelera.
Un abrazo.

Marquito