8.18.2008

Las antropólogas y Juana Fe


por Ajenjo


Estoy herido de guerra. No puedo apoyar mi pie derecho por los intensos ataques de gota, mi mente está dañada y mi cuerpo terriblemente resentido.
Las culpables de mi grave situación son cuatro jóvenes antropólogas santiaguinas, que llegaron este fin de semana para que les mostrara parte de la mítica bohemia porteña.
Me invitaron a un departamento a comer pizza, mientras me daban cerveza, vino, daiquiri (un trago de ron con jugo de frambuesa) y otros elíxires.
¿A dónde voy con cuatro antropólogas de 21 años?, me preguntaba mientras el calor de los licores recorría mis venas.
Mientras reflexionaba sonó mi celular. Era Dióscoro Rojas que me avisaba que el grupo Juana Fe, después de su actuación en el Teatro Municipal, se iría a carretear a su restaurante.
"Ya chiquillas, les tengo el tremendo panorama: serán las grupies de los músicos de Juana Fe". El grupo de bellas muchachas se rió a mandíbula batiente y partimos en una micro rumbo al Primer Ascensor a la Luna. En el bus las alcohólicas antropólogas sacaron una botella de plástico llena de ron y Coca Cola. "Es que hace mucho frío", me dijeron, mientras se empinaban el líquido.
Dióscoro estaba con algunos de los Juana Fe, quienes dichosos se pusieron a conversar con las jovenzuelas. Los músico salieron al escenario y todos cantábamos "lleve de lo bueno, lleve de lo bueno..."
Nos zampamos dos jarras de terremoto, ese combinado que actúa como un borrador neuronal y seguimos la fiesta en El Huevo, donde nos invitaron los músicos pachangueros.
Las antropólogas bailaban como si el mundo se fuera a acabar. Estábamos en una sala de música ochentera y yo encontré una barra donde me vendían los medios shop a mil pesos.
A las cinco de la mañana la fiesta paró. Yo bailaba reggaetón con dos de las antropólogas y retorné a mi casa sin sentir las heridas físicas y mentales que posteriormente me acosarían toda la semana.
Las antropólogas volvieron a a las 10 de la mañana a su departamento. Por lo que supe terminaron en un "after hour" e incluso unas hasta les robaron algunos besos a los Juana Fe.
Ahora estoy un poco arrepentido de haberme metido en la "juguera del carrete". Ya no tengo 21 años, pero tampoco tengo la capacidad para frenar las ganas de seguir la juerga . ¿Qué puedo hacer?


ajenjoverde@hotmail.com

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