Por Ajenjo
Siempre me ha gustado este asunto del turismo en Valparaíso.
En el año 2000 llegué a poner un café internet y conocí cualquier cantidad de
gringas y mochileros buena onda. Es enriquecedor el intercambio cultural y me
encantaría, en un futuro, crear un tour "solo para valientes", donde
los extranjeros alcoholizados se dejen llevar de la mano e hígado de este
servidor.
Primero haría que los gringos firmaran un papel que me
liberara de toda responsabilidad por si queda la embarrá. Onda intoxicación,
peleas, asaltos, y todo eso. Aquí el slogan del tour sería: "solito se
metió, solito salió". Con ese resguardo en la mano los citaría en el
Moneda de Oro, a las 20 horas, donde el mozo "Chico" Fernando,
tendría ya una mesa lista para los siete integrantes del tour.
Para partir los obligaría a mandarse al pecho un vaso de
cola de mono bien helado y después un ron por cabeza, de esos gigantes, dobles,
con hielo y cocacolita.
Afuera nos estaría esperando la "garrafavan"
(vehículo con chofer recién sacado de AA) y nos llevaría hasta el Liberty, en
la plaza Echaurren, para que conocieran algo más coloquial y típico de ese
sector. Aquí les aconsejaría cerveza o vino embotellado y sólo los que quieran
ver a los dioses de la India los induciría a tomar pipeño en vaso de medio
litro. Después los llevaría hasta el monumento al "Negro"
Farías, donde sacaría una petaquita y los haría brindar por los muertos. De ahí
todos nuevamente a la "garrafavan" y al Cinzano. Sólo tomaríamos un
vodka con jugo de naranja, preparado por el barman Rodolfo, en la barra y
levantaríamos el licor en nombre de Carmen Corena.
"Garrafavan" nos trasladaría hasta el Menzel, para
conocer sus privados. Siete pisco sour se beberían en ese templo. A pie
caminaríamos hasta el San Carlos, para chuparse unas piscolas con los
parroquianos. A esa altura seguramente ya nadie hablaría con modulación, pero
todos nos entenderíamos. Nuestro vehículo nos trasladaría finalmente al Verde
Absenta, en Salvador Donoso, donde cada gringo se bajaría un especial de 70
grados, con terrón de azúcar y todo ese volón.
Para el remate, los llevaría a El Máscara, para que en medio
de los mutantes boten el alcohol y muevan el esqueleto al ritmo de The Cure.
¿Sobreviviremos estos gringos a tan extremo tour?
Demaikel.
ajenjoverde@hotmail.com